El Mercedes-Benz GLC Coupe se revela en ropa de producción por primera vez, cortesía del observador de coches Walko. El deportivo alter-ego de GLC ha sido filmado en el tráfico, más de un año antes de su debut oficial.
Mercedes-Benz está preparado para vencer a BMW con sus propias armas. Siguiendo los pasos del nuevo asesino del GLE Coupe X6, los alemanes están preparando a un hermano menor para que lo acompañe. El GLC Coupe pone sus ojos en el X4.
Como con todos los coupés de cualquier tipo, el foco principal del GLC Coupe es su diseño. La parte delantera da el primer sabor a la filosofía deportiva y muscular que caracteriza a todo el coche: saliente corto, parrilla del radiador vertical y una rejilla de doble hoja que envuelve el logotipo de la estrella de tres puntas.
Desde el lado, no se puede confundir el GLC Coupe con nada más que un coupé de pedigrí completo con el techo alargado que cae sobre la fuerte línea de hombros por encima de los pasos de rueda traseros que fluyen sin problemas hacia la espalda bellamente esculpida. La parte inferior está dominada por el difusor de viento. El GLC Coupe presenta un nuevo diseño de luces traseras que simula el S-Class Coupe con las dos tiras superiores de LED que actúan como indicadores de giro.
Desde el punto de vista técnico, el Mercedes-Benz GLC Coupe heredará el mismo conjunto de plataformas para apuntalar la totalmente rejuvenecida familia de la Clase C. También se espera que la línea de motores imite la de su hermano menor.
Para el GLC Coupe se han previsto unidades de cuatro y seis cilindros y una versión híbrida enchufable GLC 350 e. Esencialmente el mismo tren de potencia que debutó junto con la versión ecológica de la Clase C, utiliza un turbo de 2 litros con 211 CV acoplado a un motor eléctrico de 60 kw, para una autonomía eléctrica de 30 km.