La compañía con sede en Stuttgart ha celebrado el jueves la ceremonia de colocación de la primera piedra de una nueva planta de automóviles en Brasil, donde está invirtiendo 500 millones de reales, lo que significa 183 millones de dólares para construir modelos como la Clase C y la Clase GLA.
La nueva planta de Mercedes-Benz estará ubicada en Iracemápolis, cerca de Sao Paulo y comenzará la producción del sedán Clase C en el primer trimestre de 2016 y la producción de la Clase GLA seguirá unos meses más tarde. Por lo tanto, Mercedes-Benz se unirá a BMW y Audi para establecer la producción en Brasil aprovechando el crecimiento esperado del mercado de coches de lujo.
La planta de Iracemápolis tiene una capacidad anual de 20.000 vehículos. Mercedes-Benz invirtió un total de 500 millones de BRL y hasta el inicio de la producción, se crearán unos 600 nuevos puestos de trabajo en la fábrica y se emplearán más de 3.000 personas en la región, predominantemente con proveedores y prestadores de servicios.
Para la contratación de empleados, Mercedes-Benz cooperará con el SENAi, el servicio nacional brasileño de formación industrial. El proceso de reclutamiento se centrará en la región de Iracemápolis y comenzará las capacitaciones en el primer semestre de 2015.
Markus Schäfer, miembro de la Junta Directiva de Mercedes-Benz Cars, dijo que «En la primera etapa, tenemos como objetivo una capacidad anual de 20.000 vehículos. Si el mercado se desarrolla como se espera, la planta tiene el potencial para una expansión significativa en el futuro.»
Brasil es el cuarto mercado mundial más grande después de China, EE.UU. y Japón, con 3,3 millones de vehículos ligeros vendidos sólo el año pasado. El segmento premium representa sólo el 1 por ciento debido principalmente a los fuertes aranceles que se aplican a las importaciones.
Lo más importante es que el nivel de automatización de la planta de Iracemápolis será significativamente inferior al de otras plantas tradicionales de Mercedes-Benz. Markus Schäfer comentó que la atención se centrará en los empleados de Mercedes-Benz, lo que hará de Iracemápolis una de las plantas más flexibles de la red de producción mundial.