Saalfelden, Austria. Ese era el lugar para estar para un poco de adrenalina extra al volante. Los Alpes austriacos fueron anfitriones de la primera etapa del evento de conducción invernal de 2015 organizado por Mercedes-Benz.
La sede de Saalfelden fue sólo la etapa inicial del evento de conducción invernal de Mercedes-Benz. Algunos de los coches más potentes de la marca se deslizaron sobre hielo y nieve para demostrar que cualquier deslizamiento puede ser reversible y perfectamente dominado. Al menos estaban en el circuito cerrado de 120.000 metros cuadrados previsto para el evento. Los conductores se pusieron al volante del flamante C63 AMG Edición 507, del CLS y del A45 AMG.
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A pesar de que necesitaban nieve falsa para el comienzo de su práctica, finalmente empezó a nevar. Por lo tanto, las condiciones del suelo de la pista de hielo convirtieron a Saalfelden en el lugar perfecto para el entrenamiento en carretera y fuera de ella.
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Los participantes amateurs hicieron prácticas específicas en la pista de hielo y aprendieron a tener un control total del vehículo durante el slalom, el frenado en las curvas y los cambios de carril repentinos. Con un instructor profesional sentado a su lado, en el asiento del pasajero, se les permitió empujar los coches hasta el límite para que pudieran sentir toda la fuerza, el placer de conducir y el dinamismo que tal experiencia puede aportar.
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Para la práctica de Perfeccionamiento de Entrenamiento de Invierno, los conductores realizaron ejercicios similares, pero a velocidades mucho más altas, en un curso de manejo de hielo de 2,5 km. Los profesionales les enseñaron cómo mantener el coche en permanente deriva. A todos los coches que participaron en el simulacro se les proporcionaron neumáticos con clavos para ayudarles a mantenerse en el suelo. El cambio de carril y la frenada de emergencia en las curvas son las técnicas que los conductores aprendieron para no ser sorprendidos por los peligros del invierno.
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Crédito de la foto: GTSpirit.
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