Mientras esperamos un nuevo Coupé Clase C, ya sea AMG o cualquier otro, Vorsteiner tomó el actual C 63 AMG y lo hizo un poco más interesante.
No es que le faltara atractivo para empezar, el Mercedes-Benz C 63 AMG Coupe es una máquina estupenda con mucha potencia que va con ese aspecto. 457 CV, para ser más precisos, flanqueados por un par máximo de 600 Nm, suficiente para un superdeportivo digno de 0-100 km/h con un sprint de 4,4 segundos y una velocidad máxima que definitivamente requiere un limitador electrónico.
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Si te sentías afortunado, podrías haber optado por el paquete AMG Performance, que aumentó la potencia hasta los 487 CV y recortó 0,1 segundos de ese tiempo de sprint de 0-100 km/h.
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Al C 63 AMG Coupe tampoco le faltó atractivo visual. Era uno de los cupés de aspecto más agresivo que había, especialmente cuando estaba pintado de negro. De qué estoy hablando, apuesto a que se vería bastante aterrador incluso en rosa…

Pero este ligero cambio de imagen de Vorsteiner no tiene nada que ver con Hello Kitty ni con los tipos, así que el color se queda. En realidad, es un acabado negro mate que hace que el C 63 AMG parezca que absorbe la luz como una especie de agujero negro del infierno.
Las intervenciones reales en el coche son mínimas, pero con un gran efecto. El coche cuenta con el alerón delantero y el difusor trasero de fibra de carbono PrePreg W204 de Vorsteiner, además de un juego de ruedas nuevas. Las llantas se denominan de grafito de carbono V-FF 103 y miden 19 pulgadas de diámetro, siendo las dos de la parte trasera ligeramente más anchas que las de la parte delantera.
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Esta discreta intervención muestra que a veces sólo hay que añadir unos pocos toques para que un coche de gran apariencia se vea aún mejor. Ahora, le toca a Mercedes-Benz mostrarnos que ellos también pueden tomar el actual modelo de la Clase C y convertirlo en un hermoso coupé.
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