El Mercedes-Benz G500 Mansory «Speranza» es la prueba de que el tuneado puede a veces salir terriblemente mal. Este es el descapotable todoterreno modificado por la casa de tuneado.
Solía ser un todoterreno boxeado, anguloso por donde se le mire, con sus habituales líneas rectas y su conocida forma. Pero Mansory decidió que esto debería cambiar. A pesar de su habitual e interesante visión de los anteriores G-wagons, esto es algo que debe haber ido terriblemente mal. Es el Mercedes-Benz G500 Cabrio «Speranza».
Un Clase G de la generación anterior es ahora una sombra que se desvanece de lo que solía ser. A pesar de que el tuneador eligió la designación «Speranza» («Esperanza» en italiano) para él, en realidad parece desesperado. Especialmente debido a su precio de 455.900 euros (aproximadamente 514.770 dólares americanos, que se muestra en el famoso sitio web de ventas de coches mobile.de. El coche ha captado recientemente la atención de los medios de comunicación en línea.
Un trabajo de pintura marrón completa el kit de carrocería ancha, que incluye nuevos parachoques, guardabarros rediseñados, un capó personalizado y faldones laterales extendidos. También hay una caja de rueda de repuesto modificada con detalles en marrón y bronce.
La mayoría de las piezas añadidas son de fibra de carbono. El cabriolet de alta gama funciona con ruedas sólidas de 23 pulgadas con un diseño de diez radios, usando el mismo combo de color marrón y bronce.
El Mercedes-Benz G500 Cabrio «Speranza» de Mansory tiene un gran interior
El interior del Mercedes-Benz G500 Cabrio «Speranza» de Mansory es igual de estrafalario. Viene con cuero marrón claro y oscuro con un patrón extraño. Los asientos llevan el logo de Mansory. Los acabados de madera aparecen en la consola central y el volante, dándoles un aspecto vintage, aunque kitsch.
Mansory no hizo ninguna intervención en el motor V8 de 5,5 litros que está bajo el capó cuadrado. Por lo tanto, sigue desarrollando 387 caballos de fuerza y 530 Nm de par motor.
El cuentakilómetros indica sólo 1.850 kilómetros, por lo que el coche es prácticamente nuevo. Pero aún así el precio de casi medio millón de euros es injustificado.