Mercedes-Benz está a punto de reinventar su cadena de suministro en su intento de reducir los costos de logística en un asombroso 20% por vehículo.
El mejor ejemplo es el nuevo centro de consolidación de Mercedes de 90 millones de euros en Speyer, Alemania, donde los componentes provenientes de los proveedores europeos de la compañía son reempaquetados para un envío más eficiente a las plantas de China, EE.UU. y Sudáfrica.
Y esto es sólo el comienzo, ya que Daimler ha anunciado que está considerando la renovación de toda su cadena de suministro, abriendo otros centros de consolidación similares en mercados dinámicos como Asia y América del Norte.
Mercedes construye sus coches, incluyendo los modelos de la marca Smart, junto con los motores y componentes, en 26 fábricas diferentes en todo el mundo. Esta red incluye asociaciones como las establecidas con Renault, Magna Steyr y Valmet.
Otra área de interés es la red de producción de automóviles. En los últimos 12 meses, Mercedes ha reorganizado sus operaciones, eliminando el papel de director de planta a favor de un gerente global a cargo de ciertas familias de modelos, con un criterio relacionado con la arquitectura – como los coches compactos Mercedes-Benz fabricados en Alemania, Hungría y China y respaldados por la arquitectura del MFA.
Mercedes dice que no sólo estas agrupaciones basadas en la arquitectura deben impulsar la flexibilidad y asegurar controles de calidad más estrictos, sino que ayudarán a la compañía a gestionar nuevas subidas de producción – 11 de las cuales, en seis sitios diferentes, se espera que tomen forma sólo este año.