Los fabricantes de automóviles suelen hacerlo. Compran coches de sus rivales, los hacen pedazos, los revisan, inspeccionan cada aspecto y luego se deshacen de ellos. Es un trabajo al que los departamentos de Investigación y Desarrollo se han acostumbrado. Pero oops, Mercedes lo hizo de la manera equivocada. Desmantelaron un Tesla Modelo X traído de Sixt. Sí, lo has leído bien: Sixt, la compañía de alquiler de coches.
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A punto de desarrollar su propia marca eléctrica, el Mercedes-EQ, los alemanes están desesperados por saber qué hacen los rivales de referencia dentro de la industria. Pero algo salió terriblemente mal, porque en el laboratorio de disección, trajeron un coche que nunca compraron. Las cosas se están poniendo mucho peor: el fabricante de automóviles alquiló un coche que una pareja bávara dejó bajo la custodia de Sixt.
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La revista alemana Spiegel informa que la pareja estaba en unas vacaciones de larga duración y decidieron hacer algo de dinero con su lujoso eléctrico, en lugar de tenerlo aparcado de forma segura en su garaje. Sixt finalmente lo alquiló a Daimler, sin tener idea de sus intenciones. El fabricante de coches de primera calidad lo llevó al circuito de pruebas de Sindelfingen, lo sometió a pruebas de calor y vibración, lo condujo a Barcelona para realizar más pruebas, lo desmontó y lo reconstruyó de nuevo antes de devolverlo a la empresa de alquiler de coches.
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Los dueños finalmente se enteraron y exigieron compensaciones que Sixt ya ha pagado, pero ahora la casa de alquiler de autos está pidiendo daños a Daimler, una cantidad de dinero que se estima que está «en el formato de cinco dígitos».
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Mercedes lanzará su propio crossover eléctrico, el EQS, en 2019. Audi ha realizado una actividad similar el año pasado, pero aparentemente compró el Tesla Modelo X en los Estados Unidos, antes de anunciar el desarrollo y lanzamiento del SUV eléctrico de la compañía.
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